miércoles, 2 de noviembre de 2011

PESO CORPORAL Y FERTILIDAD DE LOS GALLOS REPRODUCTORES DE RAZAS PESADAS

Ray del Pino,



Con los nuevos sistemas de comederos automáticos, dotados con mejores métodos de exclusión, los comederos separados para ambos sexos durante el periodo de puesta ya están llegando a ser una realidad en la mayoría de las granjas reproductoras. En los últimos cinco años la cantidad de alimento diario para los machos y las hembras han cambiado.



A los gallos se les suministra de 13-18 kg /100 aves, lo que supone un aumento dramático sobre los 8,5-10,5 kg/100 recomendados en los inicios de la década de 1980. La ración diaria de las hembras ha disminuido en unos 100-900 gramos/100 aves.



Estos cambios indican que en las instalaciones bien administradas ambos sexos están siendo alimentados con diferentes sistemas de comederos dotados de métodos de exclusión eficientes que no permiten el robo del alimento por ambas partes.



Una vez que el supervisor del lote de reproductores tiene la capacidad para controlar la ingestión de la ración diaria del gallo, la cuestión siguiente será la de determinar cuanta cantidad se le debe dar, que tipo de alimento, la tasa de ganancia. Peso inicial a las 20 semanas y el peso final.



En una publicación reciente de Hocking y Bernard (1997), dos grupos de machos de 23 semanas de edad y con pesos corporales iniciales de (3.0 y 3,5 Kg) se les permitió ganar peso con diferentes tasas de ganancia hasta alcanzar dos pesos finales de (4.0 y 4,5 Kg).

Esto dio como resultado tres gamas de pesos: 3.0 a 4.0 Kg, 3.0 a 4,5 Kg, y 3,5 a 4.5 kg (peso inicial y peso final, respectivamente; Figura 1). El experimento se realizo con dos variedades de razas diferentes (Cobb y Marshall) y con dos dietas con diferentes niveles de proteína (10.7 y 15.9%).







No se hallaron diferencias dramáticas en la fertilidad o en la actividad sexual según avanzaban las edades de las aves (Tabla 1).



Sin embargo, la fertilidad en todos los grupos fue ligeramente inferior durante el periodo anterior a las 33 semanas de edad y después de las 52 semanas de edad, lo que concuerda con otros hallazgos de otras investigaciones realizadas.



El número de cubriciones completadas en todos los grupos fue más alto durante el periodo anterior a las 33 semanas de edad aunque la que fertilidad durante dicho periodo resulto ser más baja.

Los autores sugieren que como las aves eran menos experimentadas sexualmente, el aumento en la actividad de cubriciones no dio como resultado en una mayor cantidad de esperma transferida o en un aumento de la fertilidad.



La actividad de las cubriciones fue disminuyendo en todos los grupos siguiendo la curva de declinación natural con la edad y lo cual es uno de los factores aceptados en la disminución de fertilidad en lotes de reproductoras viejas. Diferencias que se notaron entre las dos variedades de razas (Tabla 1).



Las divisiones con machos de la variedad Cobb tuvieron una fertilidad más alta, mas actividad de cubriciones y mas cubriciones completadas que la división que alojaba a la variedad Marshall (una variedad de raza que ya no está en el mercado).



El macho de la raza Marshall resaltaba por su excelente conformación de carne en la pechuga. Este pecho bien relleno de carne fue el que interfirió en permitirlos completar adecuadamente las cubriciones y por esa razón este lote tuvo un menor índice de fertilidad.



Ni el peso corporal inicial, tasa de ganancia, ni el peso a la terminación influyo en el índice de fertilidad o en la actividad de cubriciones (Tabla 1). Los machos de la gama de pesos de (3.0 a 4.0 Kg) fueron ligeramente inferiores en fertilidad, actividad de montas y en los pesos de los testículos cuando se les comparo con los machos de la gama de peso (3.0 a 4.5 kg).



Los autores sugieren que el peso inicial de 3.0 Kg es más bajo que el necesario y que probablemente sea el responsable de obtener rendimientos ligeramente inferiores.



Es también importante resaltar que este estudio fue efectuado con una gama de pesos muy cercana y que no es representativa de los lotes de las granjas de reproductoras en donde el 20-50% de los machos normalmente estarán debajo del peso de los 4.0 Kg o pesaran mas de los 4.5 Kg .



Los niveles dietéticos de proteína de 10.7 y 15.9% no tuvieron ningún efecto sobre el peso corporal, la fertilidad, actividad de cubriciones o del peso de los testículos (Tabla 1).



Este estudio está de acuerdo con los trabajos anteriores realizados que afirman que la producción de esperma y el peso de los testículos no se ven afectados por la alimentación de dietas con niveles bajos de proteínas, pero parece no estar de acuerdo con las observaciones de campo de que alimentando dietas de bajo nivel de proteína a los machos reproductores se mejorara la fertilidad del lote de reproductores.



En trabajos anteriores, un porcentaje alto de los machos que fueron alimentados con dietas con niveles bajos de proteína maduraron sexualmente y produjeron esperma alcanzando un peso más bajo en la terminación.



Cuando se usan dietas con bajos niveles de proteína en lotes comerciales, los machos tienen un peso corporal más uniforme y hay un mayor porcentaje de machos sexualmente activos, lo que hace mejorar la fertilidad del lote de reproductores.



Resumen



La fertilidad y la actividad de cubriciones aumentaron según las aves maduraban y lograban experiencia sexual y luego disminuyeron con la edad ya que la frecuencia de las montas disminuyó.



La variedad de las razas incidió en la fertilidad y en la actividad de cubriciones. Los machos de mayor conformación de carnes en la pechuga tuvieron menor actividad sexual y fertilidad.



Los machos incluidos dentro de la gama de pesos (3.0-4.0 Kg), la fertilidad y la actividad sexual fueron similares. El peso corporal inicial de 3.0 Kg es demasiado restrictivo y puede afectar negativamente a los resultados. La ingestión de proteína cruda tuvo poco efecto sobre la producción de esperma en los machos incluidos en la gama (3.0- 4.0 Kg) de peso.



Este estudio sugiere que la fertilidad del lote reproductor puede ser mejorada si una mayoría de los machos reproductores pesaran 3.5 Kg a las 23 semanas de edad y se les manejara adecuadamente para que finalicen con un peso de 4.5 - 4.75 Kgs.


Fuente: avicultura.com.mx