sábado, 9 de julio de 2011

Evaluación y diagnóstico de la calidad de los pollitos: 3

Tomado de elsitioavicola.com

El Dr. Héctor M. Cervantes, de Phibro Animal Health en EUA presenta una revisión de la literatura de mayor relevancia sobre la calidad de los pollitos, tratando de sintetizar los descubrimientos más significativos en esta área tan importante de la producción avícola. Esta es la tercera de cuatro partes. Esta conferencia fue presentada durante el XII Seminario Internacional de Patología y Producción Aviar, organizado por AMEVEA Colombia y la Universidad de Georgia, que tomó lugar en Athens, Georgia, EUA en abril 2010.

Dr. Héctor Cervantes
Dr. Héctor Cervantes

En la primera parte de este artículo (Evaluación y diagnóstico de la calidad de los pollitos: 1) el Dr. Cervantes discute varios de los factores que afectan la calidad del pollito durante la incubación, incluyendo: periodo y condiciones de almacenamiento del huevo, edad de la parvada de reproductoras, fisiología del embrión y el proceso de incubación.

La segunda parte del artículo (Evaluación y diagnóstico de la calidad de los pollitos: 2), se enfoca completamente en las temperaturas de incubación, tema de crítica importancia.

En esta tercera parte se abarcan más temas de incubación, incluyendo: humedad, volteo del huevo, balance de gases, e influencia hormonal, entre otros.

También se discuten los métodos de evaluación física de los pollitos, un tema muy importante.

Porcentaje de humedad durante la incubación

Aunque el porcentaje óptimo de pérdida de peso del huevo incubable desde el inicio de su incubación hasta su transferencia a las maquinas nacedoras oscila entre 11 y 13, este porcentaje variará de acuerdo al porcentaje de humedad de la máquina incubadora y el poder de conductancia del cascarón, pudiendo encontrar variaciones en la pérdida de peso del huevo durante la incubación que van desde un 5 hasta un 20%(8,40).

Un factor bien conocido que afecta el poder de conductancia del cascarón es la edad de la gallina reproductora. Existe un poder de conductancia mayor en las gallinas reproductoras más viejas, y es por esto que huevos de gallinas más viejas deben incubarse con humedades más altas. Es también debido a la amplia variación que existe en poder de conductancia entre los huevos incubables que las recomendaciones de humedad para las máquinas incubadoras varían bastante, desde un 40 a un 60% de humedad relativa.

En un experimento(41) a donde los huevos se incubaron por 16 días a una humedad relativa (H.R.) de 53% y después se sometieron durante los últimos 5 días de incubación a H.R. de 43, 53 o 63%, los investigadores concluyeron que los mejores resultados de los pollitos en una prueba de crecimiento hasta los 12 días de edad se obtuvieron en los pollitos que se sometieron al tratamiento con 53% de H.R. durante los últimos 5 días de incubación.

Los resultados de investigación en donde se compaginó la humedad relativa de la máquina incubadora con el poder promedio de conductancia de los huevos han sido conflictivos. Mientras que en un estudio se reportó mejor porcentaje de nacimientos y mejor calidad de los pavitos(42), en otro no se observó mejora significativa en la calidad de los pollitos(8).


Volteo del huevo durante la incubación

El volteo del huevo incubable a intervalos regulares durante el proceso de incubación es necesario para minimizar el número de embriones con posiciones anormales, prevenir la adhesión del embrión al cascarón, favorecer el cierre de la membrana corioalantoidea y más que nada para favorecer la utilización del albumen por el embrión(43-44).

Se ha observado que un volteo insuficiente del huevo incubable causa un retraso en la eclosión y afecta adversamente la calidad del pollito(44). En general se ha observado que el volteo del huevo no es necesario después de los 15 días del periodo de incubación.

Balance de gases durante la incubación

Hace un tiempo se enfatizó la importancia de aumentar los niveles de CO2 en la fase inicial del periodo de incubación(46). Se sabe que no solo la hipercapnia pero que también la hipoxia afectan diferentes aspectos del desarrollo embrionario temprano.

Influencia hormonal durante la incubación

Se sabe que durante la última fase de incubación, los niveles plasmáticos de triyodo-tironina (T3) aumentan significativamente y que este aumento ocurre considerablemente más tarde que el aumento en los niveles plasmáticos de tiroxina (T4).

También se sabe que las concentraciones de glucocorticoides aumentan al final de la etapa de incubación y que sirven para aumentar las concentraciones circulantes de T3 al inhibir su degradación hepática(8,44).

También se sabe que las hormonas producidas por la glándula tiroides juegan un papel preponderante en la eclosión, no solo las concentraciones plasmáticas de T3 y T4 alcanzan sus valores máximos al momento de la eclosión pero también los pollitos que nacen al final de los nacimientos tienen concentraciones plasmáticas más bajas de las hormonas tiroideas(47).

También se ha demostrado experimentalmente(48-49) mediante la administración in-ovo de agentes goitrogenos durante la última semana del periodo de incubación que estos retrasan el picaje interno del pollito y suprimen la eclosión.


Posición dentro de la secuencia de nacimientos

Dependiendo de la posición y de la duración del rango dentro de la fase de nacimientos, el lapso de tiempo que un pollito pasará entre el momento de su eclosión y su primer acceso al alimento puede variar considerablemente.

Dependiendo de la duración de este lapso podrá haber efectos adversos sobre la calidad y productividad del pollito debido a efectos adversos sobre la utilización del saco vitelino, el desarrollo del aparato gastro-intestinal, nivel de metabolismo, desarrollo del sistema inmunológico y crecimiento en general.

Esto es debido a que el desarrollo y crecimiento temprano del pollito está directamente relacionado con la producción de ciertas hormonas y enzimas que se ven influenciadas significativamente por el consumo de alimento, como la insulina y la quinasa.

Existen reportes de investigación que han demostrado que un retraso en el acceso de los pollitos al alimento afecta adversamente su crecimiento(50-54). La magnitud de este efecto dependerá por lo tanto de la posición del pollito dentro de la secuencia de nacimientos, viéndose más adversamente afectados aquellos pollitos que nacen al principio de la fase de nacimientos.

Curiosamente, y en contra de la creencia popular, en investigaciones efectuadas en la Universidad de Georgia(55), cuando se compararon los resultados al final de un ciclo de 42 días de pollitos que inmediatamente después del nacimiento tuvieron acceso al agua de bebida, con otros a los que no se les permitió acceso al agua de bebida por un periodo de 24 o 48 horas, no se detectaron diferencias significativas en peso corporal, consumo de alimento, índice de conversión o mortandad.

La única diferencia observada fue al momento de depositarlos en las unidades de producción a donde los pollitos que tuvieron acceso inmediato al agua tuvieron un peso entre 2 y 6 g mayor al de los pollitos a los que se les restringió el acceso al agua por 24 o 48 horas, respectivamente. Sin embargo, esta ventaja de peso desapareció a partir de la primera semana y nunca más se volvió a observar.

En el mismo experimento los investigadores refutaron otra creencia popular, que la retención de saco vitelino en muchos casos es debida a la falta de acceso inmediato al agua de bebida después del nacimiento, ya que no se observaron diferencias significativas entre la incidencia de sacos vitelinos retenidos entre ninguno de los tratamientos. Igualmente, los investigadores observaron que la presencia de un saco vitelino retenido no afecta la resistencia al desgarramiento de la pared intestinal.

Métodos de evaluación física

Boerjan en el año 2002(6) y Tona(7) en el año 2003 desarrollaron un programa de evaluación de la calidad del pollito recién nacido basado en parámetros físicos, la mayoría de estos parámetros son los mismos que seleccionó Cervantes una década antes para su método (actividad, apariencia, ojos, patas, región umbilical, etc.), y al igual que en el método de Cervantes(1-4), a cada pollito y parámetro se le asigna un valor para convertirlo a una escala de 100 puntos. (Vea: Evaluación y diagnóstico de la calidad de los pollitos: 1)

El programa de evaluación física de Tona fue comisionado por Pas Reform y después se modificó para hacerlo más simple y fácil de aplicar a nivel práctico y se le nombró el programa de Pasgar(56).

El problema con ambos programas es que básicamente evalúan los mismos parámetros que el método de Cervantes pero solo incluyen atributos de tipo físico dejando sin evaluar la calidad microbiológica de los pollitos que los veterinarios sabemos que también son muy críticos si se desea obtener una verdadera calificación representativa de la calidad total del pollito.

Otro parámetro de evaluación física es la medición del largo del pollito que según varios expertos(5,57-59) tiene una buena correlación con el peso a los 42 días. Sin embargo, en un trabajo publicado en el año 2008 en el que se compararon diferentes parámetros de evaluación física del pollito recién nacido como predictores de la productividad al final del ciclo, ninguno tuvo una mejor correlación con el peso final que el del peso del pollito recién nacido(60), que es el parámetro usado en el método de Cervantes(1-4).

A diferencia de las otras mediciones (largo del pollito, largo de la pata, largo de la pata más el tercer dedo, índice de masa corporal), el peso del pollito recién nacido se correlacionó positivamente y de manera estadísticamente significativa con el peso final a los 42 días en la progenie de reproductoras de todas las estirpes y de todas las edades.

El mismo trabajo(60) demostró que el peso del pollito recién nacido se correlacionó positivamente con el tamaño del huevo en diferentes estirpes de reproductoras de diferentes edades, a mayor tamaño del huevo mayor peso del pollito y viceversa, mientras que la longitud del pollito no se correlacionó positivamente con el tamaño del huevo en ninguna de las estirpes y edades de reproductoras evaluadas. El mismo grupo de investigadores también reportó que existieron diferencias significativas en la medición de la longitud del mismo pollito entre 2 personas diferentes lo que con toda probabilidad contribuyó a su falta de correlación con el tamaño del huevo.


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"El peso del pollito a los 7 días de edad tiene la mejor correlación positiva con el peso final a los 42 días"

También ellos reportaron que no existe una correlación positiva consistente entre el peso del pollito recién nacido y la longitud del mismo pollito y que estas correlaciones sugieren que los pollitos más largos no son necesariamente los más pesados.

A pesar de que otros autores(5,57) han sugerido que la longitud del pollito recién nacido o la longitud de su pata es un mejor indicador de su peso al final del ciclo de producción que su peso corporal en el día del nacimiento, las investigaciones de Willemsen y colaboradores(60), al igual que las de otros(61) concluyeron que la utilidad de las mediciones de la longitud del pollito recién nacido, o la de su pata, es inferior a la del peso del pollito en el día del nacimiento como predictor del peso corporal al final del ciclo de producción.

Incluso cuando los autores calcularon la relación del peso y la longitud del pollito y lo elevaron a la segunda potencia en un intento por mejorar su valor predictivo del peso corporal al final del ciclo de producción, ellos mismos concluyeron que dicha conversión no mejoró su valor predictivo en comparación al peso del pollito recién nacido. Este mismo trabajo concluyó que el valor del método de Tona para determinar la calidad del pollito no tuvo correlación alguna con los resultados de producción de los pollos al final del ciclo.

Los mismos investigadores(60) concluyeron que el peso del pollito a los 7 días de edad tiene la mejor correlación positiva con el peso final a los 42 días, y que el peso del pollito recién nacido tiene la segunda mejor correlación positiva con el peso final a los 42 días.

Estos mismos investigadores concluyeron que ni la longitud del pollito, ni la longitud de su pata, sirvieron para predecir los resultados de productividad al final del ciclo. Aunque otros expertos han criticado el uso del peso del pollito como parámetro para evaluar su calidad debido a que este parámetro no indica que porcentaje del peso total corresponde a la canal y que porcentaje al saco vitelino(62), los resultados presentados anteriormente sirven para revalidar el peso del pollito recién nacido como uno de los parámetros importantes del método de Cervantes(1-4) en la evaluación de la calidad del pollito.

Se ha pensado y en ocasiones demostrado que el peso del saco vitelino del pollito en el día del nacimiento puede variar significativamente y que pudiera ser recomendable que se determinara el peso de éste en las evaluaciones de calidad del pollito.

También se ha sugerido que ya que el peso del pollito incluye tanto el peso de la canal como el del saco vitelino, que una medición quizás más precisa para determinar la calidad del pollito incluiría el peso de la canal sin el saco vitelino, aunque los mismos proponentes reconocen que esto no es muy práctico porque es muy laborioso además de requerir el sacrificio de los pollitos(62) y no se ha correlacionado su valor con resultados de campo.

Aunque este pensamiento tiene merito, también existen reportes de investigadores que no han encontrado un valor adicional al registrar dicho parámetro. Por ejemplo, en investigaciones sobre el efecto del énfasis de los programas de selección genética en pollos de engorde (velocidad de crecimiento vs. rendimiento máximo de pechuga) se observó que no existieron diferencias en el peso del pollito al día de edad entre 3 líneas genéticas con diferente énfasis en sus programas de selección, en un esfuerzo por detectar diferencias en el peso de los pollitos, se evaluó el peso de todos los pollitos sin y con el saco vitelino pero de todas formas la falta de diferencias en pesos entre los pollitos de las 3 líneas se mantuvo(63).

Igualmente, en una serie de experimentos(35) se demostró que solo en 1 de 4 de ellos, el menor peso observado en el día del nacimiento en los pollitos incubados a una temperatura un poco más alta a la óptima podía atribuirse a un saco vitelino más grande.

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